Llegó el calor, y lo que es peor, las vacaciones de los niños. En los próximos dos meses y medio tendremos que estrujarnos el cerebro para mantenerlos entretenidos de forma que no conviertan la casa en Hiroshima ni acaben con un esguince en el dedo indice tras sesiones de 6 horas haciendo scroll en TikTok. Encontrar el balance es siempre complicado, y lo que sirve para unas familias, para otras, es inútil, pero partiendo de esa idea podemos ofrecer algunos consejos para llevar mejor el verano.
Lo primero que resaltaría es la necesidad de abandonar cualquier atisbo de culpa por aumentar nuestro uso de pantallas con los niños, sean del tipo que sea. Pocas familias se pueden permitir no hacer malabares durante los meses veraniegos para combinar sus trabajos con la necesidad de cuidar a los niños a tiempo completo. Pensar que vamos a poder llenar todas sus horas con maravillosas actividades educativas en la naturaleza es pecar de inocente y solo nos llevará a la frustración.
Dicho lo cual, conviene mantener un equilibro para que las cosas no se vayan de control. Pactar unos horarios al principio del verano lo suficientemente holgados para que toda la familia se sienta cómoda puede ser un buen punto de encuentro. A partir de ahí, es importante recordar que la cuestión no es solo el tiempo de uso de pantallas, sino que tipo de pantallas y en que empleamos ese uso.
Ver videos de YouTube con los más peques sobre temas que les despierten curiosidad puede ser una actividad realmente divertida, y que favorezca la creación de lazos fuertes. De hecho, cualquier actividad en la que tomemos parte resultará infinitamente más constructiva que si la hacen en solitario, ya sea ver videos musicales, jugar a videojuegos o chatear con un bot de IA. Evidentemente, uno de los usos que hacemos de las pantallas es el de tener tiempo para poder realizar nuestras actividades, pero no está de más recordar que de vez en cuando conviene involucrarse en estas actividades.
Además de ordenar sus horarios de conexión e involucrarnos en las actividades que realicen cuando sea posible, podemos ayudar a nuestros hijos a encontrar contenido que aporte algo más que un simple chute de dopamina. Aquí van algunas ideas para un verano tecnológico y más educativo:
Encontrar algún pódcast que trate temas de su interés. Los audiolibros también son una buena opción para los más perezosos con la lectura. Para los más peques, existen numerosas apps y webs que disponen de audio-cuentos: storytel, eraseunavezuncuento.com, audiocuentosinfantiles.com o incluso Audible, en caso de que tengas suscripción
Si dispones de un asistente de voz en casa, como Alexa o Google Nest, puede proporcionar horas de entretenimiento a los críos mientras exploran los asistentes conversacionales, que en un futuro no muy lejano formarán parte de nuestra realidad cotidiana.
YouTube es una fuente inagotable de tutoriales sobre los temas más variados. Cocina, manualidades, tejer y coser, aprender a tocar un instrumento… No hay nada que no podamos encontrar. Además, reforzar el autoaprendizaje a través de contenido digital es una habilidad realmente interesante en un mundo donde el saber se encuentra al alcance de un clic
Aprender electrónica, robótica o programación a través de las muchas opciones que tenemos: Arduino, Processing, Lego Spike o Scratch. La programación puede ser muy divertida y con paciencia y ayuda, los niños pueden mejorar en áreas fundamentales como la resolución de problemas o el pensamiento matemático. Si buscar por donde empezar, te recomiendo code.org, donde encontraras todo tipo de lecciones y cursos orientados a cualquier edad y que tratan los temas más variados.
Explorar las posibilidades de la Inteligencia Artificial. Es un buen momento para sentarnos con nuestros hijos y comenzar a explorar las posibilidades de una herramienta que será crucial en su vida. Practicar con la IA generativa para crear imágenes, dialogar con un chatbot, proponer juegos como él veo veo, y sobre todo, charlar con ellos sobre los usos correctos y los límites éticos de lo que podemos hacer con ayuda de la IA.
Estas son solo algunas ideas sobre como invertir el tiempo que pasen delante de pantallas de una manera más fructífera. Como siempre nos gusta recordar desde Papitek, no solo importan las horas que gastemos frente a dispositivos electrónicos, sino, sobre todo, que hacemos con ellos. Por supuesto que nuestros hijos tienen la última palabra, pero si tomamos partido y realizamos recomendaciones, nos involucramos en sus juegos y sugerimos actividades, será más fácil que no pasen el día quemando horas en redes sociales.
Papiteks, os deseo que paséis un buen verano y que la vida os sea leve hasta septiembre…
Me gusta el enfoque que propones, pero por experiencia me parece que es una batalla casi perdida, en cuanto a los contenidos me refiero. Por la limitación de tiempo ok, y en cuanto a contenidos más allá de acompañarlos y sugerirles, se van a seguir enfrascando en hablar con sus "pares" o dedicando un tiempo infinito (si no se les limita) a la app de turno. Pero si, por probar que no quede. Es una lucha con final incierto en la que pelear por ciertas cosas no acaba teniendo buen resultado.