Cuando nos preocupamos por buscar experiencias digitales satisfactorias para los más jóvenes, tendemos a pensar que cualquier cosa que hagamos ha de ser “educativa”, sea lo que sea. Es el motivo por el que generaciones de padres y madres han albergado la esperanza de que, si les ponían Mozart para niños a sus bebés o jugaban al Minecraft con sus hijos, estos acabarían siendo genios en matemáticas. Aunque en el fondo sabemos que hace falta mucho más que eso, tampoco debemos decaer en nuestro empeño de proporcionar experiencias digitales constructivas.
En realidad, prácticamente todo lo que hagamos en un entorno digital con nuestros hijos puede tener un componente de aprendizaje y desarrollo. La clave se encuentra en el enfoque participativo, más que en la actividad o la herramienta que utilicemos.
Ya sea un videojuego, un video de YouTube o una tarea del colegio, todo puede aprovecharse para tener una conversación constructiva o para desarrollar algún tipo de habilidad psicomotriz. El simple acto de sentarse en el sofá al lado de nuestro hijo mientras hurga en TikTok puede suponer un aprendizaje por nuestra parte y un puente tendido con una parte importante de su vida.
Sin embargo, existen diseños tecnológicos que pueden facilitar este tipo de interacciones y potenciar diversas áreas de aprendizaje. UNICEF, junto con la Fundación LEGO, ha desarrollado el proyecto RITEC (Responsible Innovation in Technology for Children), un conjunto de herramientas para los profesionales de la industria del entretenimiento digital con el fin de ayudarles a desarrollar experiencias que promuevan el bienestar digital de los niños.
A grandes rasgos, RITEC proporciona un andamiaje metodológico para que las personas implicadas en la creación de productos digitales puedan apoyarse en evidencias científicas a la hora de tomar decisiones relativas al diseño de las aplicaciones.
Durante varios años, el proyecto consistió en estudios académicos en 18 países para determinar qué características tiene el “bienestar digital” de los niños entre 8 y 12 años. Con los hallazgos, se desarrolló un kit de herramientas para dotar a los profesionales de apoyo en sus trabajos. Finalmente, se evaluó de forma práctica si el resultado del trabajo conseguía los objetivos buscados.
RITEC identifica ocho dimensiones en las que un juego digital puede influir en el bienestar general de un niño. No necesariamente se ha de atender a todas ellas, ni son excluyentes entre sí.
Creatividad
Las experiencias de juego digital fomentan que los niños se involucren con curiosidad y usen su imaginación para construir, inventar y experimentar.
Identidades
Las experiencias de juego digital brindan a los niños oportunidades para explorar, construir y expresar aspectos de sí mismos y de los demás.
Diversidad, igualdad e inclusión
Las experiencias de juego digital están diseñadas para representar a diversos niños e infancias, y para atender las necesidades de acceso del mayor número posible de niños.
Autonomía
Los niños eligen libremente cómo participar en el juego digital y experimentan sentimientos de agencia, elección y libertad mientras juegan.
Competencia
Las experiencias de juego digital contribuyen positivamente a la percepción de los niños sobre su eficacia, habilidades y capacidades, facilitando un sentido de dominio.
Seguridad y protección
Los niños se sienten seguros y son protegidos mientras participan en el juego digital.
Relaciones
Las experiencias de juego digital facilitan la conexión social con otros y el sentido de pertenencia.
Emociones
Las experiencias de juego digital permiten que los niños experimenten y reconozcan una variedad de emociones, además de brindar oportunidades para aprender a regularlas.
Como hemos comentado, no podemos pretender que un juego o una app trabajen todas estas dimensiones, ya que no existe la app perfecta. Sin embargo, seguridad y diversidad e inclusión son transversales y han de ser prioridades en cualquier juego o experiencia digital que utilicemos. El resto pueden potenciarse de diversas formas, y nos toca elegir a nosotros, como padres, lo que buscamos en cada momento.
La próxima vez que busques tener una experiencia digital con tus hijos, haz el esfuerzo de evaluar tus opciones. Identifica aquellos aspectos que te parecen más relevantes y busca juegos o apps que pongan el foco en ellos. Puedes utilizar páginas como Common Sense Media para encontrar información que te ayude a elegir experiencias digitales satisfactorias y que vayan más allá del simple entretenimiento.