Se acabó el verano. Por fin. No quiero sonar como un workahólico, pero después de dos meses y medio con los críos en casa, calor extremo y ociosidad elevada, casi se agradece volver a las rutinas.
Buenos propósitos, pero complicados, me recuerdan a eso de ir al gimnasio o a los propósitos de inicio de año. Pero bienvenidos sean para tener como guía y ser conscientes de lo que deberíamos hacer sí o sí.
Buenos propósitos, pero complicados, me recuerdan a eso de ir al gimnasio o a los propósitos de inicio de año. Pero bienvenidos sean para tener como guía y ser conscientes de lo que deberíamos hacer sí o sí.
Poco a poco, Carlos. Los pequeños cambios en nuestros hábitos y una pizca de perseverancia arrojan en seguida mejoras sustanciales. Animo!!