Propósitos tecnológicos para la vuelta al cole
Se acabó el verano. Por fin. No quiero sonar como un workahólico, pero después de dos meses y medio con los críos en casa, calor extremo y ociosidad elevada, casi se agradece volver a las rutinas.
Cuando el lunes deposité a los peques en la escuela, suspiré y entoné un grito sordo para liberar la tensión acumulada. Ahora vuelvo a tener tiempo para retomar todo aquello que había puesto en suspenso. Es por eso que me estáis leyendo tras un mes de hiato creativo.
Toca desempolvar las viejas ambiciones ahora que la motivación acompaña. Apuntarse al gimnasio, dejar atrás los kilos acumulados a golpe de terraceo, sacar una o dos certificaciones e incluso comenzar esa colección de dedales del mundo por la que siempre suspiré. Pero no malgastemos toda esa energía. Guardemos algo para dedicar a mejorar algunos aspectos clave en nuestra relación con la tecnología.
Vamos a repasar un puñado de propósitos que nos podemos hacer y que, llegado el momento y con un poco de perseverancia, pueden aportarnos mejoras significativas en nuestro día a día.
Propósito Nº1: Reducir el uso del móvil
Usar el móvil menos, y especialmente delante de nuestros hijos, es a los hábitos tecnológicos, lo que apuntarse al gimnasio es a la salud. Ha de encabezar cualquier lista de propósitos que se precie. A poco que nos fijemos, nos daremos cuenta de que los hábitos que desarrollamos frente a los más pequeños marcan la relación, presente y futura, que ellos tienen con las pantallas. Marcar unos mínimos fáciles de cumplir, como respetar zonas y momentos libres de movimiento (comidas, dormitorio…) puede ayudar a reducir el impacto.
Propósito Nº2: Familiarizarse con la tecnología educativa de nuestros hijos
Empieza el cole y con él llegan las apps, los portales y demás herramientas que nuestro hijo tendrá que ir utilizando en su centro educativo o en su día a día. Es importante que podamos ayudarle a sacar el mejor partido de ellas y, sobre todo, en caso de que esté perdido. Cuando se dedica más tiempo a entender cómo navegar el Moodle del instituto, que a la realización de la tarea que el profesor pide, es que algo está fallando.
Propósito Nº3: Ya toca que te pongas con eso de la IA
Hype aparte, si todavía eres de los que piensan que eso de la IA no es para él, ya va siendo hora de que espabiles porque el mundo no va a esperar por ti. No solo se trata de aprovechar en tu propio beneficio uno de los avances tecnológicos más relevantes del último siglo, sino de ser capaz de educar a tu hijo en un uso ético, responsable y constructivo de la IA para minimizar los riesgos inherentes a todo cambio de paradigma. Es una herramienta demasiado poderosa para dejarla en sus manos sin ningún tipo de educación previa y control.
Propósito Nº4: Desinstala las redes sociales y recupera el control sobre tu atención
No quiero decir que todas sean igual de perniciosas, pero si borras de tu móvil cualquier cosa que haya pasado por las manos de Mark Zuckerberg te estarás haciendo un favor. Las redes sociales han chupado nuestra atención como vampiros tecnológicos. Desinstalarlas del móvil es un gran paso para abandonar su uso. Basta de doomscrolling, acaba ya con las horas de babeo incontenido frente a videos de TikTok. Existen redes sociales que pueden proporcionar entretenimiento constructivo sin necesidad de freír nuestros cerebros, solo tienes que buscarlas.
Propósito Nº5: Únete a la resistencia y retrasa la edad de incorporación de tus hijos al uso del móvil
Es un clamor sordo que va creciendo poco a poco. En los últimos dos años se ha tocado fondo y ahora toca recuperar el control y romper con la dinámica de dar un móvil a nuestros hijos a edades cada vez más tempranas. Cada vez son más padres los que se unen para minimizar el impacto que la decisión de dar el móvil a los 14 o 16 años pueda tener en la vida social de nuestros adolescentes. Si tus hijos empiezan al instituto, resiste, infórmate y verás cómo no tiene ninguna lógica dejar a nuestros hijos acceder a Instagram o TikTok con menos de 16 años. Si no les dejarías fumar o beber, tampoco has de dejarte arrastrar por dinámicas sociales impuestas por consejos de administración cuyo único objetivo es maximizar beneficios a costa de la salud mental de nuestros hijos.
Creo que para empezar el curso no está nada mal. No es necesario que abordes todos estos temas de golpe, pero si poco a poco te los vas planteando e incorporando estrategias para llevarlos a cabo, obtendrás una recompensa en forma de una mejora de tu salud mental y la de tu familia. Luego ya, si quieres, puedes ir al kiosco a empezar con tu colección “construye tu propia casa de muñecas victoriana” o tu maqueta del halcón milenario. Que la fuerza te acompañe…
Buenos propósitos, pero complicados, me recuerdan a eso de ir al gimnasio o a los propósitos de inicio de año. Pero bienvenidos sean para tener como guía y ser conscientes de lo que deberíamos hacer sí o sí.